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CREER

  • Cris Mv
  • 22 dic 2014
  • 2 Min. de lectura

Y es que andamos escasos de sueños, cubiertos de desilusiones, sumergidos en sonrisas fingidas, desprovistos de abrazos que, en ocasiones, nos prestan gratuitamente desconocidos que andan buscando a su vez calores desprendidos, arrastramos corazones que incluso hay días que solo bombean, pero no se escuchan latir…vivimos de rodillas porque estar erguidos agota…encontramos miradas vacías de luz, en tiempos de alegría irreal, que consiguen engañar a un niño una noche de reyes,aunque delaten soledades a los ojos de adultos abandonados… pero se puede creer… a veces basta con mirar a un lado para darse cuenta que no todo es superficial,... que, todavía hay abismos sin descubrir en el interior de un hombre que duerme noche tras noche abrigado por la calidez de un cartón, pero feliz por el hecho de conservar ese papel sin que la escarcha lo humedezca y lo ablande… que, todavía resulta mágico escuchar el beso entre dos adolescentes enamorados a la luz de una simple farola, con el que sellan un "para siempre" que, probablemente, se convertirá en un "mientras tanto"… que, todavía es fascinante que el firmamento logre reunir estrellas cuando se desprende de nubarrones, por aquellos que mantienen fantasías al mirar al cielo intentando descubrir una que se derrita fugaz pidiendo un deseo que, seguramente, no se cumplirá… que, todavía se puede erizar la piel al escuchar el llanto de un bebe, porque a veces la esperanza aparece encubierta en un pañal…. que,todavía es necesario creer en los poetas que siguen manteniendo vivas las palabras de amor exactas que ya nadie promete, porque una vez cobraron sentido y lo perdieron y, al perderse, se transformaron en corazas con las que cubrir corazones afónicos, en un mundo en el que los labios están sellados…que, todavía es necesario seguir escuchando la experiencia en boca de una persona mayor, porque al envejecer se recupera la inocencia, aunque un día se desintegrara a las puertas de una residencia en las que se escuchó que una despedida no significaba siempre un adiós… que, todavía es posible… a veces solo es necesario vivir de pie... para volver a creer…

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