REGRESAR A CASA

Regresar a casa siempre es aconsejable, volver donde la memoria creció un día, de un mes, de una hora que, hace tiempo atrás, era cautivadora, cerrar los ojos para retroceder a ese instante exacto donde los años eran años y donde los deseos aparecían como caramelos envueltos en celofán verde claro, el color del esperanzador "quizá", donde tus pies eran pies con talones nuevos, poco desgastados, que apoyar en paredes elásticas, que te impulsaban como si de lanzaderas humanas se trataran, volver ahí , a ese rincón donde mi cama de niña hacia pernoctar sueños venideros totalmente alcanzables… en ese lado del salón donde las conversaciones de mayores te parecían auténticos aburrimientos, con palabras inconcebibles que hablaban de circunstancias, que nunca coincidirían en tu vida…a ese primer coche que te hacia sentirte nueva aunque lo cubrieras de brillantina , ocultando así sus arañazos… a ese baño donde siendo adolescente te mirabas al espejo y escondías tus defectos, porque te ibas a comer el mundo… en esa cocina, donde ya mujer, aprendiste a cocinar "mundos" con poca sal y algún que otro terrón de azúcar, con el que endulzar el tuyo… ahí, a esa escalera donde una noche te rompiste entera al saberte no querida… volver a tus ojos, mamá, para hablar como si la vida no nos hubiera separado, y gritarle al cielo “eres la mujer mas bonita que he mirado”… volver a estar frente a ese mar que te recomponía entera, sustituyendo tus quimeras por codiciados “tal vez”, bastante improbables… reconforta volver a deshacer el camino, porque es una senda recorrida a tientas, a tropezones ,con manos que agarran, con otras que sueltan, con sabores y olores que se entremezclan tiñendo de color púrpura tu existencia… retornar a casa, es regresar a tu corazón… porque casa es siempre donde ahí lo dejas.

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