SUS SENTIDOS

... y fue entonces cuando pensó en todo lo que sus ojos habían contemplado… todo lo que su pupila seguía reteniendo, impregnada de soles y sales, de ocasos y despertares, de brumas y claridades y pasos y calles… observó sus manos, y recordó texturas que todavía pervivían en cada línea oblicua, cada pliegue que se forma en sus palmas, al volcar sus dedos hacia dentro, como una carretera repleta de lejanos horizontes y cercanos quitamiedos, con asfaltos húmedos, con señales a destiempo, con luces nocturnas y nubes que no llegan a tapar deslumbres, provocando inesperados y vaporosos atontamientos… imaginó su nariz repleta de olores descubiertos, de novedosas y antiguas sensaciones, de quimeras, de recuerdos… repasó también sus oídos que escucharon centenares de palabras en diáfanos mundos de contexto y que todavía son capaces de transportarla con el son de una melodía, a una imagen y a unos ojos y a mil latidos ralentizados que le erizan la piel y las formas de tener y las formas de saber e incluso de querer ser por un momento… esa misma piel que sopesa la vida descubierta poco a poco, con secretos confesables, con otros ocultos, que solo otra piel reconocería en algún punto del tiempo, a través de fechas tatuadas conjugadas con algunas difuminadas a golpe de láser, aunque la tinta siga impregnando adentro… comprobó al final, los gustos añadidos a su boca y los adheridos a sus labios ,que en mas de una ocasión provocan que se agrieten y plieguen sus párpados (desenredando pestañas que se cierran al unísono) cuando sin darse cuenta, desliza sus dedos, imprevisiblemente, por ellos… y al repasar sus percepciones, emociones, sus páginas escritas, releídas, subrayadas, remarcadas con acentos… se imaginó generando espacios, amontonando a un lado sus sentidos, para hacer hueco a lo de ayer, a lo de hoy, lo de mañana... y así seguir almacenando vida, para continuarse sorprendiendo…

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