SI QUIERES

Si quieres, agarro las nubes situándolas en la punta de mis dedos y los deslizo por tu espalda haciéndote cosquillas que te hagan reestructurar huesos, doblando tus caderas, como si fueran de mantequilla, para relajarte una noche, cuando vuelvas del trabajo tiritando, porque el frío ha irrumpido en tu cuerpo y te ha calado los párpados aflojando los tendones, como gomas de un paquete de cumpleaños, sesenta y nueve veces abierto, mientras entornas los ojos al unísono de una frase que, suavemente, hago aterrizar en tu oreja, para que solo tú la escuches, escrita con mermelada sabor a fresa y gotas de chocolate y así ,dulcemente, te duermas, en un sueño sin relojes, sin más manillas que mis brazos rodeándote por fuera, marcando las tres menos cuarto, que es el diámetro que he calculado para protegerte entera.

Si quieres, recojo tus guerras perdidas una tarde, taladrando despertares de bandera blanca en la comisura de tus labios y repaso tus lunares para unirlos, a través de una línea imaginaria, aunque tenga que dibujarte otros con un rotulador permanente, para que la solución al descifrar el dibujo, sea la de un corazón indeleble.

Si quieres, te invito a viajar sin asiento, para poder pernoctar donde queramos, levantando campañas junto a la ladera y comprobar, al respirar, que todas las noches son primavera.

Si quieres, hago poesía con cualquier texto y plasmo tu nombre a cualquier estrofa, para inspirar a poetas en versos todavía no hechos.

Si quieres, convierto en locura cada nudo de tus venas, para que deslizar mis dedos y desenredarte la piel sea como el beso de un príncipe, de cualquier cuento, que aproxima su boca mientras masca un chicle de menta, porque la princesa se fumó un cigarro, antes de dormir a su espera.

Si quieres, intercalo mis latidos a tus pasos, para que se retarden cuando te noto próxima, preparando mis mejillas para emblanquecerlas y no se noten sonrojadas ante tus besos, ni mis ganas aceleradas, ni mis prisas por recogerte las manos cuando abres,sigilosamente, la puerta.

Si quieres, escribimos una canción con los ojos cerrados, para que al abrirlos se quede intacta en el interior de nuestra frente, con notas musicales de purpurina dorada, que al tararear vayan impregnándonos como lluvia de confetis y sonriamos cuando parezcamos con ellas, dos estatuillas sin película nominada, ni ganador reciente.

Si quieres, invento una vela para que la llama nunca se apague si algún día olvidamos buscarnos y el tiempo se nos echa enfrente, como un alud de montañas blancas o un cajón de tapaderas sin asas.

Si quieres, te llevo a bailar descalza sobre la arena, para enfriar ardores de madrugadas inquietas y te espero con una toalla de abrazos para que cubrirte con ella sea como calentar tu corazón, a las cuatro de la tarde, de un 32 de mayo, de un año cualquiera.

Si quieres te quiero... te quiero si quieres... si quieres tu y yo... si quieres amor... ¿me quieres aquí?... si quieres así... o si no quieres… no.

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