NO ESTABA LOCA

Siempre supe que no estaba loca, que seguir las directrices que marcaban su sístole y su diástole, era como una especie de brújula acelerada que la vida le había querido programar así… solía bailar sentada frente a una pared blanca, y cantaba a voces en aquellos refugios donde el silencio se perfilaba acuñado por letras enormes que aludían a la quietud del lugar, cada tarde, esperaba en un banco de una plaza a que amaneciera,durante una hora exacta, después se marchaba feliz con las pupilas impregnadas de luces imaginarias… de noche, recorría las calles con unas gafas oscuras siguiendo el rastro fugaz de las estrellas y se acostaba, tras la salida del sol, sobre un colchón que había troquelado dándole forma de medialuna… comía acurrucada en el suelo y recorría de puntillas el asfalto porque volar, para ella, era tan sencillo como despegar sus pies del suelo confundiendo a la gravedad… hasta que un día… recordó una fecha que todavía no existía y la envolvieron imágenes de una antigua primavera… sintió una punzada sobre su pecho izquierdo, su sístole comenzó a relajarse y su diástole a contraerse y al intentar ajustar el error de su mecanismo, sus manos comenzaron a temblar, primero despacio, después a gritos, temblaron tanto que no fue capaz de sujetar su mundo…y entonces ocurrió…y toda su locura,se convirtió en cordura en mitad de un otoño de hojas secas…

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