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Y LO ÚNICO QUE SALVO ES MI BOCA

  • Cris Mv
  • 17 nov 2015
  • 1 Min. de lectura

…y yo, que un día me enamoré del otoño,ahora odio este frío inmenso...esta humedad de cero grados que me recuerda en cada gota que no voy a salir ilesa, porque el gris oscuro se me cala entre los huesos y duele, ¡no sabes cuánto!... hiere hasta lo mas profundo… odio esta neblina temprana que blanquea mis sienes y hace mas triste, si cabe, cada segundo, de los sesenta, que marca ese reloj que detuve una estación improvisada, cubierta de amaneceres de verano, lluvias de primavera, noches de invierno de “para siempre” y mañanas otoñales de “mientras tanto” … y lo único que salvo es mi boca, de la que hoy, solo se escapan cien besos como cien arpones de hielo, porque te entregaría este vapor que se entremezcla con mi aliento, para que, dibujaras de nuevo, mi corazón en el centro de tu espejo.

 
 
 

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