TEXTOS SONOROS
- Cris Mv
- 17 ene 2016
- 2 Min. de lectura
ELLA
Cris Mv (Audio)
Ella era una mezcla de vendaval con impaciente calma, una especie de torbellino, que arrasaba cada esquina con solo notar su presencia... había noches en las que, sin sentido, sonreía, cada vez más fuerte, de tal manera que sus carcajadas, se escuchaban a ambos lados de la ciudad, otras, sin consuelo, lloraba, porque alguna canción se le había metido en su lagrimal derecho y en la catarata de agua navegaban las voces de algún que otro desengaño...creía en la palabra "para siempre", cuando su vida había estado repleta de "mientras tantos", pero nunca perdía la esperanza, porque la esperanza tenía nombre de mujer y ojos de sirena varada... llegó a tocar el cielo con las manos, decía, por eso, a menudo, se las enjuagaba con agua de mar, porque una vez le dijeron que la sal curaba las heridas y el mar la falta de sueños... y una mañana se convirtió en un océano sin explorar.
Caminaba por las calles con una alegría innata, para no dejar salir las garras afiladas de una tristeza impregnada, siempre usaba zapatillas, porque había momentos en los que corría, escapando de la voz de algún recuerdo, de golpe se paraba, miraba hacia atrás y se sacudía imaginariamente el pantalón, para alejar el polvo adherido de amores añejos...tenía el corazón roto y lo escondía entre lanas, telas, algodón, a modo de vendaje, para evitar que se viera un costado izquierdo reconstruido, pero cada cinco minutos, se sujetaba con ambas manos la parte interna del pecho, dejando entrever el dolor de algún pedacito más que se iba desprendiendo. Hablaba sola, como si un interlocutor imaginario le regalase el mundo en cada palabra y había momentos en los que,incluso, se ruborizaba y cerraba los ojos como quien cierra una ventana, despacio, para aislarse, porque nunca aprendió a cerrar puertas de cariños puntuales, de pronto, se quedaba en silencio, agachaba la cabeza y se tocaba el pelo con unos dedos temblorosos que la hacían volver en si, momentáneamente, después, suspiraba y en ese escape, brotaban margaritas con pétalos impares para asegurar el resultado al deshojarlas.
Se creía en deuda con la luna, la desgastó ofreciéndola a cualquiera y una noche la perdió y tardó en recuperarla... pactó con ella desintegrarse para que brillara entera y así sentirse perdonada, por eso, cuando la luna se hinchaba, no se levantaba de la cama, para que brillara entera, controlando sus mareas y equilibrándola.
La llamaron "magia" en un pasado no muy lejano y desde entonces se cree estrella y cuando se aleja, hasta una especie de rastro brillante cubre su camino.
El primer día que la vi, en la barra de un bar, me senté a su lado, se giró y me sonrió... me sonrió tan limpiamente, que desde entonces no he podido dejar de mirarla...sólo, en una ocasión me habló, me dijo... ¿verdad?... su voz le dió la vuelta a mi alma y no pude mas que asentir con mi cabeza, porque, fuera lo que fuera, sonaba completamente realizable.
Mi hada particular de piel descosida, manos temblorosas, zapatillas de colores y noches de voces ausentes...
Mañana la luna crece… te echaré de menos...
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