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TEXTOS SONOROS

  • Cris Mv
  • 26 feb 2016
  • 3 Min. de lectura

YO TAMBIÉN QUIERO

Cris Mv (Audio)

¿No te ha pasado nunca que, cuando vuelves a ver una película descubres algo nuevo en lo que ,de entrada, no te habías fijado? pues algo parecido sentí ayer…yo la escuchaba siempre con atención porque, cada vez que contaba una historia, no sabías qué parte era real o que parte era ficticia, pero la narraba de tal manera, que te enganchaba al argumento engulléndote entera... me dirigía sin rumbo aparente, inmersa en cien mil pensamientos, comenzó… atravesé un puente, uno pequeño que separaba en dos una carretera… justo a mitad de camino, algo en mí hizo que me detuviera por un momento, miré hacia abajo y pude observar unos cuantos coches que la recorrían sin principio ni fin aparente, perdiéndose en el horizonte… me agarré a la barandilla, tan fuerte, que parecía que me había quedado pegada en ella…cerré los ojos y respiré profundamente, ¡tanto!, que sentí una especie de vértigo… el sonido de la nada, solo rota por el ruido de los neumáticos que se deslizaban por el asfalto, junto a la brisa que enrojecía de manera fría mis mejillas, me hicieron abrirlos de nuevo…¿sabes que fue lo primero que vi? mis manos, mis dedos me parecieron mas largos de lo normal… después mis zapatos alineados al milímetro uno junto al otro… mis piernas que se escondían, disipándose por debajo de mi abrigo…toqué mi nariz, mi cabello, la curvatura de mis pómulos y deslicé mis dedos por mi boca reseca del viento… respiré, y en cada exhalación, mi cuerpo parecía evadirse, fueron sesenta, quizá noventa segundos… y entonces lo entendí, … entendí que me había olvidado de mi… por primera vez en mucho tiempo, me reconocí entera… durante cuatro décadas, mis manos habían tocado, abrazado, sujetado… mis pies caminado, descansado, aguantado… mi cuerpo entero había sentido frío, calor... y sin embargo, no lograba verme apreciando cada una de esas sensaciones, como si hubiera estado viviendo la biografía de otra persona...no se… me esforcé en escuchar que encerraba la nada o el todo y al hacerlo, pude apreciar incluso el latido de mi corazón, no el músculo, no, el sonido real y ese zumbido o como quieras llamarlo, junto al de mi respiración, marcaron cada segundo de ese instante… por una vez, entendí la verdadera definición de la palabra esencia, "ese ser uno mismo"… y decidí, que a partir de ese momento, abriría los ojos de par en par desde dentro... miraría el mundo como se contempla un paisaje por primera vez... escucharía el sonido de mi voz desde el interior para apreciar su eco y me esforzaría en mi pensamiento, detenidamente, como quien relee cien veces un texto para entenderlo... volvería a los lugares donde estuve una vez para revivirlos desde mi y quizá, incluso, cuando vuelva a besar lo haré con los ojos abiertos… quiero apreciarlo todo como si fuera el primero, el primer día de mi vida y el ultimo de mis no recuerdos...

Me quedé callada, un buen rato en silencio, creo que con la boca entreabierta, observándola fijamente, mientras ella levantaba su vaso para beber un gran trago de cerveza, la saboreó, como cuando un niño relame las chorreras de un helado que en milésimas de segundos se está deshaciendo…me guiñó un ojo y sonrió… ¿te vienes a vivir de nuevo?… y giró su cabeza avisando con un gesto al camarero, que decía, dos rondas más de lo nuestro… mientras yo, seguía inmersa en mi silencio, con la boca entreabierta, pensando en mis manos, mis piernas, en cada temperatura que había asolado a mi cuerpo, en los paisajes recorridos… y en la intensidad de mi eco…bebí un gran sorbo de cerveza… y le dije… si... "yo también quiero"…

Komen


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